A pocos meses de la implementación de la «Hora Silenciosa» en Río Cuarto, nos acercamos a los padres de Salva, un joven autista de 13 años, para obtener sus perspectivas sobre cómo esta iniciativa ha afectado sus vidas y experiencias cotidianas en la ciudad.
En noviembre del 2023, se implementó la Hora Silenciosa, una iniciativa que busca crear espacios más amigables para personas con autismo y neurodiversidades a la hora de ir a los comercios.
“Salva tiene 13 años y durante todo ese tiempo tuvimos que convivir con luces, ruidos, música alta, mezcla de olores, un montón de cosas en los lugares donde nosotros íbamos habitualmente a comprar. Entonces, se tuvo que trabajar mucho para que él pudiese adaptarse, cuando en realidad era todo lo contrario”, expresó Cecilia, madre de Salva.
No obstante, Cecilia destacó la transformación en la experiencia de compra de Salva, pasando de momentos de llanto en el supermercado a convertirse hoy en día en un niño que elige productos, comprende tiempos de espera, realiza pagos y disfruta de su compra.
Si bien su mamá expresó que habría sido más simple si proyectos como este hubieran estado desde antes, se mostró feliz de que finalmente se apliquen. Actualmente forman parte más de 90 comercios e instituciones de la ciudad.
Este tipo de medidas demuestran cómo pequeñas acciones pueden tener un impacto significativo en la inclusión y calidad de vida de las personas neurodivergentes y sus familias.
En ese sentido, Cecilia hizo hincapié en la necesidad de que los comercios mejoren en general su calidad de atención, empatía y trato amoroso hacia todas las personas, no solo aquellas con autismo. Además, agregó que la medida no sólo consiste en disminuir estímulos sensoriales por dos horas, “sino que hay instancias de formación brindadas por el municipio que son súper valiosas y también están habilitados los contactos con los familiares y amigos de personas con autismo”.
Por otro lado, los padres de Salva también destacaron otros desafíos a abordar, como la implementación de la campaña «Pirotecnia Cero«. Miguel expresó su preocupación sobre la falta de empatía en la comunidad, especialmente en eventos festivos donde el uso de pirotecnia persiste a pesar de los esfuerzos por promover una celebración más consciente.
Con respecto a la conciencia social, ambos subrayaron la importancia de desafiar a la sociedad a crear espacios de inclusión real, no solo limitados a la presencia de personas con autismo, sino también considerando las diversas necesidades de otras personas, como adultos mayores con demencia u otras condiciones.
“Hemos avanzado, pero falta por ahí también desafiarnos como sociedad a crear espacios laborales, de diversión, de instancias. Cuando hablo de instancias de diversión, hablo de la posibilidad de espacios bailables. Que la sociedad realmente se anime a desafiarse en estos espacios y no solamente de alguna forma se conforme con lo que ya hay”, expresó Miguel.
En conjunto, ambos destacan la evolución positiva que ha traído la «Hora Silenciosa» en Río Cuarto, pero también subrayaron que la construcción de una sociedad inclusiva requiere un compromiso continuo. La necesidad de cuestionar a las normas establecidas y el trabajo en conjunto en la creación de espacios donde cada persona, independientemente de su diversidad, pueda participar plenamente en la vida social, laboral y recreativa.
FUENTE: CÓRDOBA HOY
